Por una agricultura y una alimentación en manos de los pueblos Fuera el librecomercio de nuestras vidas

Escrito por Quepo en la categoría FAM y los medios

Lucía Vicente, miembro de la Asamblea Argentina, mejor sin TLC, plataforma que impulsa La Semana de Acción Global en el mes de diciembre, en el contexto de celebración de la XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en la capital del país, escribe este artículo para ProjecteFAM sobre los impactos que los Tratados de Libre Comercio ejercen sobre nuestro derecho a la alimentación.

Del 10 al 13 de diciembre se realizará en Buenos Aires la XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En respuesta y paralelamente, organizaciones sociales, de mujeres, campesinas, sindicales y de DDHH llevarán a cabo la Semana de Acción Global contra la OMC y la Cumbre de los Pueblos "Fuera OMC - Construyendo Soberanía", un espacio de debate y fortalecimiento de las resistencias y alternativas frente al impacto que la OMC y los Acuerdos de Libre Comercio (ALC), tienen sobre nuestras vidas.

Es la primera vez que la OMC se reúne en un país de América Latina. La decisión no es casual, se enmarca en la ola de políticas neoliberales en la región. Y menos casual es que el país elegido sea Argentina, donde en noviembre de 2018 se realizará la Cumbre del G20.

 

La OMC, el brazo del librecomercio que arrasa la soberanía alimentaria
 

La Organización Mundial del Comercio pretende ser la “única organización internacional que se ocupa de las normas globales que rigen el comercio entre los países” pero ha avanzado mucho más allá, poniendo en jaque la soberanía de los pueblos. La OMC nace en 1995, en reemplazo del Acuerdo General de Comercio y Tarifas (GATT), cuando sectores corporativos del agronegocio, la industria farmacéutica, cinematográficos, entre otros, presionaron para incorporar a la agenda de negociación temas como agricultura, derechos de propiedad intelectual, servicios e inversiones, en beneficio de sus intereses.

En la actualidad cuenta con 164 países miembros, la máxima autoridad es la Conferencia Ministerial que se reúne cada dos años y en esta ocasión, la reunión será en Buenos Aires. 1

Los mecanismos que aplica, como la apertura comercial, la eliminación del proteccionismo y la resolución de conflictos en el ámbito de la OMC, implican la pérdida de la soberanía y la autonomía de los países para tomar sus propias definiciones políticas en cuanto a la producción nacional y el comercio, y ha sido uno de los ejes de consolidación del poder de las corporaciones de la mano de los países más poderosos.
 

Su injerencia ha provocado la muerte de muchos campesinos y campesinas: se ha aniquilado el modo de subsistencia de los agricultores al inundar los mercados con productos agrícolas baratos subvencionados, gracias al doble estándar de la OMC que, a partir las reglas del Acuerdo de Agricultura, privilegia la producción agrícola a gran escala e industrializada y permite a las empresas estadounidenses y europeas seguir subsidiando su agricultura corporativa, en detrimento del resto del mundo que debe desmantelar sus subsidios y ayudas internas, por recomendación del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI)
 

Para abaratar costos, se promueve la producción de alimentos donde más barato resulte hacerlo. Se generan monocultivos de productos determinados en algunos países y el procesamiento en otros, eliminando así tanto la producción local de alimentos como los sistemas alimentarios locales, al no poder competir con la escala de producción de las grandes empresas. Este modelo resulta en la degradación y contaminación de los suelos debido al uso de agrotóxicos y la no rotación de cultivos. Genera una importante pérdida de biodiversidad y pone en peligro la soberanía alimentaria de los pueblos: es decir, el derecho a decidir y elegir libremente qué y cómo queremos comer y producir nuestros alimentos.
 

Los alimentos y la agricultura no sólo son nuestro sustento, son nuestra cultura y nuestra forma de relacionarnos con la Madre Naturaleza. La lógica del libre comercio mercantiliza la vida. Los alimentos están sujetos a la especulación financiera porque se consideran una mercancía, no un derecho. Este principio voraz está representado y fomentado por la OMC, que entiende la agricultura como una fuente de materias primas para alimentar la producción industrial de bienes y no para alimentar a los pueblos.

La OMC es la mayor amenaza en la historia para el sustento de los productores de alimentos y los trabajadores a pequeña escala, forzando la privatización de todos los recursos naturales (semillas, agua, tierras…) De hecho, el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) impide que los campesinos y campesinas puedan guardar sus propias semillas, y que puedan alimentarse y alimentar a sus comunidades.

La OMC no se creó por personas y para las personas, sino por corporaciones para las corporaciones.

La propuesta de La Vía Campesina para mantener la agricultura fuera de la OMC

Por todo esto, La Vía Campesina ha estado al frente de la lucha contra la OMC desde su creación en 1995. Este movimiento social aglutina a 200 millones de campesinos y campesinas en todo el mundo y está integrada por 170 organizaciones de 60 países. En la declaración final de su VII Conferencia Internacional en Derio (Bizkaia), el pasado mes de julio, y bajo el lema “Alimentamos nuestros pueblos y construimos movimiento para cambiar el mundo”, se afirma: “La agroecología campesina, en peligro de ser cooptada por el agronegocio, es la base de la propuesta y visión de la soberanía alimentaria de los pueblos del mundo que defiende La Vía Campesina. Para hacerlo, urge la genuina reforma agraria integral y popular, la defensa de los territorios indígenas y campesinos y la recuperación de los sistemas alimentarios locales.” Además de fortalecer y desarrollar los mercados campesinos, La Vía Campesina trabaja para construir nuevas relaciones entre las clases populares del campo y de la ciudad, así como nuevos canales de distribución y de venta, construyendo un nuevo modelo de relaciones humanas, económicas y sociales, basadas en el respeto, la solidaridad y la ética. Con la reforma agraria, la agroecología campesina y la soberanía alimentaria los campesinos y campesinas enfrían el planeta y construyen sociedades más justas y humanas.

La Semana de Acción Global en Buenos Aires se iniciará el 7 de Diciembre con la Marcha de la Resistencia de las Madres de Plaza de Mayo. Entre el 11 y el 13 de diciembre tendrá lugar la Cumbre de los Pueblos "Fuera OMC - Construyendo Soberanía" y finalmente las actividades confluirán en una Asamblea de las Alternativas.

La única solución es luchar por la Soberanía Alimentaria. Debemos exigir el fin de la OMC, es necesaria una economía basada en la justicia.

 

1Existe también un Consejo General con representantes de todos los países miembros, que trabajan bajo el mandato de la Ministerial y se reúnen varias veces al año en la sede de la OMC, en la ciudad de Ginebra (Suiza).

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